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Taxonomía Invertebrados Chilenos 3: Chileoniscus marmoratus Taiti et al., 1986 (Crustacea: Isopoda: Oniscidea: “Scleropactidae”

Sigue esta saga, ahora con chanchitos de tierra:

Taxonomía Invertebrados Chilenos 3: Chileoniscus marmoratus Taiti et al., 1986 (Crustacea: Isopoda: Oniscidea: “Scleropactidae”

Publicado el 26/01/2018
Chileoniscus marmoratus Taiti et al., 1986, ejemplar hembra extendido (izquierda) y conglobado (derecha).
Chileoniscus marmoratus Taiti et al., 1986, ejemplar hembra extendido (izquierda) y conglobado (derecha).
Dejamos con ustedes la tercera nota sobre Taxonomía de Invertebrados chilenos, serie preparada por nuestro curador de Zoología de Invertebrados, Jorge Pérez-Schultheiss.

Esta nota responde al pedido realizado por un lector que solicitó información sobre chanchitos de tierra. En esta oportunidad les presentaré una especie de isópodo terrestre nativo y endémico, muy pocas veces visto, pero que fácilmente podría confundirse con algunas especies introducidas o nativas más frecuentes.

Los isópodos terrestres o chanchitos de tierra forman por sí mismos un suborden distinto dentro de los crustáceos del Orden Isopoda: el Suborden Oniscidea. Los chanchitos de tierra se caracterizan principalmente porque el primer par de antenas se encuentra extremadamente reducido, apenas visible a simple vista. Otra característica importante y única de estos crustáceos es la presencia de un sistema para la conducción de agua, que está formado por una serie de surcos y escamas que recorren la parte ventral del cuerpo, cuya función es permitir al animal “beber” agua por capilaridad, sin necesidad de acercar la boca, sino solo parándose sobre el líquido.

Los isópodos del suborden Oniscidea son los crustáceos más exitosos en la colonización de la tierra y sus más de 3700 especies han logrado ocupar diferentes tipos de ambientes terrestres, incluyendo desiertos, bosques y zonas costeras. Varias de las especies exóticas y de amplia distribución mundial son comunes en hábitats intervenidos por el hombre, por lo que se han transformado en las más conocidas para el público; sin embargo, existen numerosas especies nativas que habitan en áreas naturales alejadas del hombre, donde permanecen muy poco conocidas. En esta nota les presentaré una de las pocas especies de chanchitos de tierra endémicos capaces de transformarse en bolita. Esta especie se conoce de unos pocos lugares de Chile, y ha sido colectada por nosotros, por primera vez durante el año pasado, lo que nos permite presentarles las fotografías inéditas que ilustran esta nota.

Chileoniscus marmoratus Taiti et al., 1986

Diagnosis: isópodo terrestre con capacidad conglobacional (que enrolla su cuerpo para transformarse en bolita, véase foto del encabezado), superficie dorsal cubierta de escamas-espinas evidentes. Cuerpo pequeño, de hasta 4.8 mm de longitud en machos y 6 mm en hembras. Placa coxal 1 con una incisión en el margen lateral (fig. 2.1D). Pedúnculo y ambas ramas del urópodo visibles en vista dorsal, endopodito dorsoventralmente aplastado (fig. 2.1E).

Distribución: C. marmoratus es conocida únicamente de cuatro localidades en el centro y centro-norte de Chile. El holotipo de esta especie, que fue descrito en 1986 por un grupo de especialistas europeos, fue colectado en la Cuesta el Melón, ubicada a 130 km al noroeste de Santiago, por una expedición del Museo Húngaro de Historia Natural (1). Otros de los pocos ejemplares conocidos fueron colectados por el naturalista y entomólogo chileno, Luis Peña Guzmán (véase algo sobre él aquí) en 1980, en las localidades de Nague y Los Maitenes (Región de Coquimbo) (1). Por último, algunos ejemplares fueron colectados en 1990 en el Parque Nacional Fray Jorge, Región de Coquimbo (2), una población que afortunadamente aún subsiste en la actualidad, como hemos podido comprobar (véase comentarios finales).

Observaciones: El género Chileoniscus está constituido únicamente por dos especies, ambas endémicas de nuestro país. La segunda especie conocida es Chileoniscus armadillioides Schmidt, 2007, que fue colectada por primera vez entre 1991 y 1993 en los alrededores de Cucao, Chiloé, siendo descrita recién en 2007 (2), por lo que es aún menos conocida que C. marmoratus.

Cuando el género Chileoniscus fue descrito en 1986 (1), se le incluyó en la familia Scleropactidae; sin embargo, al estudiar la filogenia de este grupo (2), se llegó a la conclusión de que Chileoniscus debe ser excluido, pues sus similitudes morfológicas serían solo convergencias evolutivas. Desde entonces el género permanece huérfano, pues no ha sido incluido en ninguna familia (3), debido a que sus relaciones filogenéticas aún son desconocidas: este es el motivo por el que se indica la familia Scleropactidae entre comillas en el título de la nota. 

Chileoniscus armadillioides se diferencia de C. marmoratus porque el pleotelson es alargado, continuando el contorno del cuerpo y cubriendo completamente el endopodito del urópodo (versus pleotelson distalmente truncado, por lo que no alcanza a formar parte del contorno del cuerpo, con ambas ramas del urópodo visibles en vista dorsal, fig. 2.1E), y además, porque el endopodito del pleópodo 1 del macho es recto (versus curvado hacia abajo). Estos caracteres pueden ser comprobados al comparar las figuras de la referencia numero 2 (figura 232-238 en las páginas 314 a 320 para C. marmoratus y 240-246, páginas 322-328 para C. armadillioides). 

A primera vista, C. marmoratus también se podría confundir con otros isópodos terrestres con capacidad conglobacional; sin embargo, casi todas estas especies son fácilmente diferenciadas luego de una observación más cuidadosa, pues pertenecen a familias diferentes.

Tylos chilensis Schultz, 1983 y Tylos spinulosus Dana, 1853, los únicos dos representantes chilenos de la familia Tylidae (4), se diferencian de todos los otros Oniscideos con capacidad conglobacional, porque los urópodos están ocultos bajo el pleotelson, por tanto no son visibles en vista dorsal (fig. 2.2), algo que si ocurre en C. marmoratus.

La familia Armadillidiidae incluye dos especies exóticas, introducidas en Chile: Armadillidium vulgare (Latreille, 1804) y Armadillidium nasatum Budde-Lund, 1885 (3). Ambas especies difieren de C. marmoratus porque en vista dorsal, generalmente solo es visible el exopodito de los urópodos; el endopodito también podría ser visible en algunos casos, pero es notablemente más pequeño que el exopodito (fig. 2.3C). En cambio, en C. marmoratus se puede ver al menos la mitad externa del pedúnculo y ambas ramas, cuyos tamaños son relativamente similares entre sí.

Existen registros en Chile de una especie de Armadillidae llamada Cubaris granaria Nicolet, 1849 (5), pero no ha vuelto a ser encontrada desde su descripción original. Además, hay registros del exótico Venezillo parvus Budde-Lund, 1885 en Isla de Pascua (6). Los isópodos de la familia Armadillidae se diferencian fácilmente de Chileoniscus porque el exopodito de los urópodos está muy reducido y se encuentra inserto dorsalmente cerca del margen medial del pedúnculo (3).

En la literatura no existe ninguna información de la biología de C. marmoratus, sin embargo, nuestras propias observaciones en el Parque Nacional Fray Jorge indican que habita entre la hojarasca del suelo del bosque, incluso en pequeños fragmentos formados por uno o dos grandes árboles, aislados completamente del resto del bosque por estepas de altura. Se le encontró únicamente en hojarasca profunda y mullida, en lugares sombríos del bosque, por lo que es muy probable que para sobrevivir necesite de un rango muy específico de humedad y temperatura.

Como ocurre con la mayor parte de los chanchitos de tierra que tienen la capacidad de enrollar su cuerpo para formar una bolita, C. marmoratus es de movimientos lentos, desplazándose pausadamente entre la hojarasca, para dejarse caer y rodar ante la menor señal de peligro. Los animales permanecen enrollados como método de defensa, confiando en que su coloración críptica les permitirá confundirse con el humus del suelo. Las condiciones de vida tan especiales de Chileoniscus marmoratus, hacen suponer que cualquier alteración en las condiciones ambientales del bosque, ya sea por la tala de los grandes árboles que generan el microclima del suelo, el pastoreo y pisoteo por ganado o la extracción de hojarasca para venta como tierra de hojas, podrían modificar el microhábitat en que habita y llevar a la extinción a las ya fragmentadas poblaciones de este interesante isópodo.

Referencias

  1. Taiti, S., F. Ferrara & H. Schmalfuss, 1986. Chileoniscus marmoratus gen. et sp. n. from Chile (Oniscidea, Scleropactidae). Annales Historico-Naturales Musei Nationalis Hungarici, 78: 63-69.
  2. Schmidt, C., 2007. Revision of the neotropical Scleropactidae (Crustacea: Oniscidea). Zoological Journal of the Linnean Society, 151(Suppl. 1): 1-339.
  3. Pérez-Schultheiss, J. 2010. Familias de Isópodos Terrestres (Crustacea: Isopoda: Oniscidea) de Chile: sinopsis y clave de identificación. Boletín de Biodiversidad de Chile, 4: 63-82.
  4. Pérez-Schultheiss, J. 2007. Nuevos registros de Tylos chilensis Schultz, 1983 (Isopoda, Oniscidea, Tylidae) en la costa de Chile. Gayana, 71(2): 200-202.
  5. Nicolet, H., 1849. Isopodos, III. Cloportidos. En: Gay, C. (Ed.), Historia física y política de Chile, Zoología 3: 264–275.
  6. Taiti, S. & J. J. Wynne, 2015. The terrestrial Isopoda (Crustacea, Oniscidea) of Rapa Nui (Easter Island), with descriptions of two new species. ZooKeys, 515: 27-49.