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Polillas

Espectrales visitas primaverales

Polillas

Publicado el 08/11/2013
Dejamos con ustedes la nota de Francisco Urra, curador del Área de Entomología del MNHN:

A nadie le resulta indiferente la llegada de la primavera. Es más, muchos esperamos con ansias esta época, ya que nuestro ánimo mejora y podemos estar más tiempo al aire libre. El aumento de la temperatura favorece la actividad de muchos seres vivos, especialmente la de los insectos, que atraídos por las luces, ingresan a nuestras viviendas, haciendo pasar un mal rato a quienes por desconocimiento les temen. Incluidos entre estos visitantes inoportunos hay una gran variedad de polillas, que como espectros errantes pululan en el aire, manteniendo su identidad y hábitos desconocidos para el común de la gente.

Junto a las mariposas, las polillas conforman el orden Lepidoptera (lepidópteros), grupo de insectos que se caracteriza por tener el cuerpo y las alas cubiertas por escamas, y que reúne cerca de 160.000 especies. En cuanto a su ciclo de vida, estos insectos presentan una metamorfosis completa, es decir, pasan por distintos estados de desarrollo, los cuales son: huevo, larva, pupa y adulto. En la mayor parte de las especies, los adultos se alimentan exclusivamente de líquidos dulces, los cuales succionan usando su proboscis o espiritrompa, mientras que las larvas, gracias a sus poderosas mandíbulas, son capaces de masticar y alimentarse de sustratos de origen vegetal o animal. Algunas de las especies herbívoras se consideran importantes plagas agrícolas, pues causan pérdidas económicas en cultivos y productos almacenados.

Si bien las mariposas son los lepidópteros más populares y mejor conocidos, éstas sólo conforman un pequeño grupo, que incluye alrededor de un 12% de todas las especies. El resto corresponde a polillas, de las cuales hay más de 120 familias. Y aunque las polillas son diversas y muy diferentes entre sí, éstas pueden distinguirse de las mariposas por la forma de las antenas, que generalmente son largas y delgadas, o con forma de pluma; por la posición de las alas durante el reposo, que pueden permanecer sobre el cuerpo o extendidas, y por sus hábitos, frecuentemente crepusculares o nocturnos.

Variadas son las especies de polillas que pueden visitarnos durante una noche cálida. Las más comunes y de tamaño considerable son las de la familia Noctuidae, grupo que incluye polillas de alas anteriores largas y angostas y cuerpo generalmente robusto.Muchas personas las confunden con la polilla de la ropa (familia Tineidae), que es mucho más pequeña, y temen por sus prendas al verlas revolotear en la casa. Lo cierto es que son incapaces de morder la tela, pues sólo se alimentan de néctar, y sus larvas no consumen lana, sino que hojas y brotes de diversos vegetales, principalmente malezas.

Estos insectos son especialmente abundantes durante la primavera, y en ciertas temporadas pueden alcanzar un elevado número. Un invierno lluvioso y relativamente cálido, permite la sobrevivencia de muchas larvas y pupas invernantes, lo que se traduce en una gran cantidad de individuos adultos durante la primavera. Además, las temperaturas favorables y la alta humedad, permiten el crecimiento de numerosas malezas, las cuales sirven de alimento a las larvas, aumentando su sobrevivencia y el número de individuos adultos que vuelan durante esta estación.

Las visitas pueden ser más frecuentes en zonas aledañas a cultivos o vegetación silvestre. Lo importante es conservar la calma y evitar la aplicación innecesaria de insecticidas, pues no eliminará el problema. Para quienes gozamos contemplando el mundo natural, estas visitas, más que una molestia, brindan la oportunidad de acercarnos a estos pequeños e incomprendidos seres, que con su revoloteo nos recuerdan que ha llegado por fin nuestra tan ansiada primavera.