Pasar al contenido principal

Campanita, campanita...

¿Dónde está mi Llamita?

Campanita, campanita...

Publicado el 29/10/2014
Dejamos con utedes una nota preparada por Nieves Acevedo, curadora del Área de Antropología sobre campanitas precolombinas:

Las Campanas o Cencerros son instrumentos precolombinos que han sido atribuidos a un uso ritual y también se han considerado como implementos para auquénidos. Grete Mostny (1954) los describió como: "...Objetos de indudable uso ritual han sido los cencerros, encontrados en muchas tumbas indígenas... Su interpretación no es segura. Suponemos que su sonido servía para ahuyentar o para llamar a los espíritus o quizás era la misma voz de aquellos que hablaban a través de ellos. En este sentido mágico, otros pueblos usaban maderos bramadores o campanas" (Mostny, 1954). En cambio, otros autores se refieren a ellas como cencerros para las llamas (Lamas sp.). Sin embargo no existen argumentos que cierren la posibilidad de ser considerados como objetos rituales.

Los atacameños mantuvieron rebaños de llamas, guanacos y alpacas, siendo éstos un importante medio de transporte, para recorrer grandes distancias y de este modo llevar los diversos productos que comercializaban con grupos costeros o del altiplano. Esta labor los hizo desarrollar variados implementos para el ganado, que les permitiera asegurar la carga, utilizando para ello sogas, ganchos de atalaje, redes de carga y cencerros, siendo estos últimos, colocados en los cuellos de los animales, para localizarlos mientras pastaban a través del sonido emitido por estas campanas.

Dentro de la colección "Uhle" encontramos algunos de estos cencerros o campanas confeccionados en madera tallada de una sola pieza, cuya forma es un cono truncado y comprimido, con ambas caras trapezoidales, levemente curvadas y ambos extremos (superior e inferior) elípticos. En el interior llevan entre tres o más badajos, hechos de madera en forma de palitos cilíndricos delgados, cuyo tamaño son del mismo alto y/o levemente superior a la campana. Estos badajos están perforados en un extremo y se atan al cencerro mediante un cordoncillo de lana o alambre de cobre, el cual pasa por los orificios ubicados en el extremo superior. Las medidas varían entre 5 cm. de alto los más pequeños y 22 cm. los más grandes.

Algunos de estos cencerros están pintados de rojo y provienen de sitios arqueológicos de la zona de Calama, dónde el Dr. Uhle realizó una expedición en 1912.

Para saber más...

  • Durán, Eliana et al. 2000 Colección Max Uhle: Expedición a Calama 1912. Publicación Ocasional N° 56, 50 pp. Museo Nacional de Historia Natural. Santiago (Chile). http://issuu.com/mnhn_cl/docs/po-56
  • Mostny, Grete. 1954 Culturas precolombinas de Chile. Editorial Universitaria, 166 pp. Santiago (Chile).