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EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CATEDRAL DE SANTIAGO VII

Tal como Star Wars, llegamos a ese episodio

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CATEDRAL DE SANTIAGO VII

Publicado el 30/10/2015
Limpieza mecánica de huesos de animales domésticos de la excavación del patio Los Naranjos de la Catedral Metropolitana. Nótese como salen los huesos de la excavación y como quedan tras su limpieza. De frente, la conservadora jefa Carolina Massone.
Limpieza mecánica de huesos de animales domésticos de la excavación del patio Los Naranjos de la Catedral Metropolitana. Nótese como salen los huesos de la excavación y como quedan tras su limpieza. De frente, la conservadora jefa Carolina Massone.
La saga de Rubén Stehberg y sus trabajos en el templo santiaguino sigue, entregando sorpresas, información, pincelazos históricos y emociones de la mano de nuestra historia. Ya estamos en al séptima entrega.

En una nota anterior (Nota VI) se explicó en qué consiste el trabajo de harneo que se realiza en toda excavación arqueológica.

El trabajo de conservación preventiva corresponde a los primeros tratamientos que se le proporciona al material cultural apenas sale de la excavación. El problema es que los objetos que han estado largo tiempo bajo tierra han alcanzado una situación de equilibrio con su medio. Este equilibrio se altera en el momento en que la pieza es descubierta y expuesta a las nuevas condiciones ambientales. Los cambios de temperatura, humedad y radiación pueden afectar en mayor o menor medida a los materiales. Los objetos de origen orgánico, como huesos, plantas, tejidos y pigmentos, son los que más sufren y deben ser sometidos a tratamientos de primeros auxilios para que no se destruyan. También se deterioran mucho las piezas metálicas. Algunos materiales, como el vidrio, el plástico, la roca y la cerámica resisten bien el cambio, pero en el caso de las pinturas pueden experimentar cambios en su tonalidad producto de los rayos ultravioletas.

En el caso de la excavación en el patio Los Naranjos de la Catedral, el mayor problema fue la gran cantidad de restos de fauna doméstica encontrada, ya que las cuadrícula 2 y 9, correspondieron a un basural colonial de tres metros de profundidad, lleno de huesos de animales. Cada uno debió someterse a un tratamiento de limpieza mecánica y secado lento. El administrador de la Catedral, don Hernán González nos facilitó gentilmente un espacio amplio y techado donde se pudo desplegar y secar el material.

Los trabajos de conservación estuvieron a cargo de Carolina Massone quien contó con la ayuda de Paulina Jara. Dentro de su tarea estaba separar los hallazgos por materialidad (óseo, cerámica, vidrio, metal, piedra, metal), embolsarlos con su correspondiente documentación y embalarlos. Asimismo, debieron confeccionar una tabla con la cantidad de material obtenido por cuadrícula y nivel. Ambas trabajaron incansablemente para tener al día los materiales. Incluso debieron pedir ayuda a estudiantes de conservación los cuales colaboraron voluntariamente algunos días. Como igual no daban abasto, a medida que las excavaciones fueron cerrándose, el personal disponible se fue sumando a los trabajos de conservación. Los últimos dos días, prácticamente todo el equipo colaboró con Carolina y Paulina, para que lograran terminar a tiempo.

Finalmente, una semana después de finalizada la excavación, cuando el proceso de secado había concluido, el material cultural fue trasladado al laboratorio de Arqueología del Museo Nacional de Historia Natural, para su correspondiente análisis especializado. Pero esta es ya otra historia.

Notas anteriores:

Nota I

Nota II

Nota III

Nota IV

Nota V