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Machu Picchu en las alturas

Una postal de nuestro continente:

Machu Picchu en las alturas

Publicado el 04/12/2017
Ya sea en Neruda, Los Jaivas o en las miles de fotos de perfil de Tinder, Machu Picchu sigue presente entre nosotros, asombrándonos con su belleza. Francisco Garrido, Curador del Área de Antropología del MNHN, nos cuenta más sobre este ícono latinoamericano.

Luego de la bruma surge una visión asombrosa. La verde montaña lentamente se despeja y poco a poco es posible observar una silueta compuesta de múltiples construcciones de piedra, rodeadas de terrazas amuralladas. Y es que el cambiante clima puede pasar de la neblina, a la lluvia y al sol, en un lugar que fue destinado a la residencia de culto y descanso de uno de los más importantes soberanos del imperio Inca, Pachacuti Inca Yupanqui, quien habría gobernado aproximadamente entre los años 1438 al 1476 de nuestra era.

Cada soberano Inca provenía de un linaje real específico, distinto al de su antecesor. Por ello, su linaje o panaca, se sustentaría y ganaría prestigio por medio de aquellas propiedades construidas por él. En el caso de Pachacuti, las referencias históricas lo hacen responsables de la construcción de los pueblos de Pisac, Ollantaytambo y Machu Picchu. Estos complejos arquitectónicos construidos por los gobernantes para sus linajes expresan el mayor lujo y la arquitectura más fina. Los edificios de Machu Picchu son templos, habitaciones para la familia real y casas para los trabajadores que mantenían el lugar. Machu Picchu no era una ciudad, ya que se estima que no habrían vivido más allá de 300 personas en todo el recinto. Era una especie de gran palacio de campo que Pachacuti visitaría sólo de vez en cuando, y en donde su linaje disfrutaría su prestigio y poder. Este complejo fue construido por cantidades enormes de trabajadores traídos de lugares distantes del imperio, en donde en el caso de Machu Picchu se han hallado sepulturas de personas que probablemente vinieron de las inmediaciones del lago Titicaca y de la costa central y norte del Perú, incluyendo además muchos orfebres. En el imperio Inca el tributo familiar se pagaba con fuerza de trabajo y así se podía contar con la mano de obra que fuese necesaria para la agricultura, construcción de caminos, de poblados, minería, metalurgia y todo aquello que el Estado necesitase. Cuando el conquistador español Pizarro destruyó la estructura social del imperio incaico y es ocupada la capital Inca del Cuzco, el complejo real de Machu Picchu deja de cumplir su función original y es abandonado por sus trabajadores. Ya no había imperio y tampoco un linaje real a quien servir. La aislada y abrupta geografía del lugar impidió que los españoles hallasen y ocuparan Machu Picchu, dejando hasta el día de hoy casi toda su arquitectura de la forma que era en la época de los Incas.

Machu Picchu se ubica en un filo montañoso, en la zona de transición desde la sierra andina a la selva oriental del Perú. Llegar hasta allá no es fácil, debiendo remontar el estrecho cañon del río Urubamba y luego subir por un empinado camino en zigzag desde el actual pueblo de Aguas Calientes hasta la cumbre a unos 400 metros más arriba.  Es una zona que siempre tuvo una baja densidad de población, pero que nunca estuvo desierta. De hecho, en el año 1911 el historiador norteamericano de la universidad de Yale, Hiram Bingham, fue guiado por el joven agricultor local Melchor Arteaga, quien conocía de su existencia. Así, Bingham fue famoso por difundir la importancia histórica y científica de Machu Picchu, pero no fue su descubridor en sentido estricto. De hecho, él estaba en búsqueda de la última capital Inca que resistió el dominio español denominada Vilcabamba, y por mucho tiempo creyó que la había hallado allí en Machu Picchu.

 

Entre muchos otros, Pablo Neruda fue inspirado por esta majestuosa creación del mundo antiguo, tanto por su gloria, como por el enorme esfuerzo humano y trabajo puesto por miles de seres humanos en su construcción. El grupo musical chileno Los Jaivas se inspiró en aquel poema para su famoso disco homónimo, y al igual que Pink Floyd con su concierto en la ruinas de Pompeya en 1972, Los Jaivas lograron la autorización para un especial televisivo en el año 1981, grabado directamente en Machu Picchu.  Desde 1983 es un sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO, siendo un lugar histórico y turístico de gran importancia a nivel internacional. 

Referencias

D'Altroy, Terence

2014      The Incas. John Wiley & Sons, Sussex.

Niles, Susan

1999       The Shape of Inca History: Narrative and Architecture in an Andean Empire. University of Iowa Press, Iowa City.

2015      Considering Inka Royal Estates Architecture, Economy, History. En: The Inka Empire: A Multidisciplinary Approach. University of Texas Press, Austin, pp.233-246.