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El largo y sinuoso camino en el acceso a la información

Copias, fotocopias y archivos digitales:

El largo y sinuoso camino en el acceso a la información

Publicado el 07/05/2018
Les compartimos una nota preparada por Mario Elgueta, Jefe del Área de Entomología, sobre el largo y sinuoso camino en el acceso a la información en el mundo científico.

A quienes han crecido en esta era digital, sin duda les debe resultar difícil de comprender las dificultades con las que se enfrentaban los naturalistas en el pasado, para obtener la información necesaria para desarrollar sus estudios.

Antiguamente, la única forma de tener acceso a la información era obteniendo copias impresas, de imprenta, de revistas y libros. Los autores recibían una cantidad de copias, las que distribuían entre sus colegas y amigos; mientras más alejados de Europa se encontraban los investigadores que requerían la información, la posibilidad de contar con esas copias era mucho más improbable.

¿Qué debía hacer un científico del siglo XIX para obtener una publicación que necesitaba? Si conocía la dirección física del autor, podía escribirle y pedírsela; si tenía suerte, esto es si el autor disponía de copias, podía recibirla a la vuelta de unos meses con la dedicatoria y firma del mismo. Si no tenía suerte al contactar al autor y si disponía de recursos económicos, podía recurrir a algún anticuario o librero para comprar una copia.

Una alternativa extrema era conseguirse prestada la publicación y darse el trabajo de copiarla íntegramente a mano, tal como lo hizo en el pasado el naturalista y Director de este Museo el Dr. Rodulfo A. Philippi.





Sólo en siglo XX la fotografía se masificó, dando la posibilidad de obtener la información mediante microfilms; con posterioridad se pudo contar con xerografías y fotocopias. La impresora láser estuvo disponible hacia 1971 y ya avanzado el actual siglo las impresoras láser a color estuvieron al alcance de la mayoría.

En la actualidad se pueden obtener las publicaciones rápidamente, en una búsqueda que demora sólo algunos minutos, y se pueden imprimir de inmediato utilizando impresoras de alta calidad. Para este gran cambio sólo han transcurrido 30 años.

Libros impresos, originales de publicaciones, copias hechas a mano, fotografías, microfilms, fotocopias, impresiones láser y archivos digitales, constituyen el acervo documental de instituciones como este Museo.